miércoles, 25 de mayo de 2011

El final

Ha llegado el final. Apenas logro vislumbrar que ya está aquí, que es inminente, inevitable, aplastante. Es hora de un cambio, de muchos cambios, la gran parte de ellos, dolorosos. Estoy a punto de emprender un proyecto en aras de lograr esos cambios tan necesarios. Sin embargo, aún mi alma se resiste a dejar esta página; y de eso me doy cuenta simplemente porque apenas se me está moviendo el piso, pero todavía no sufro en verdad lo que sigue. No me malinterpreten, con "sufrir" no quiero decir que el cambio sea malo, pero sé bien que me va a doler mucho. Sola, es la única manera de que salga lo mejor o lo peor de mí; cualquiera de las dos cosas está bien, el punto es conocerme, hacerme conciente de eso que he sido pero que no me he tomado el tiempo de conceptualizar internamente. Ser responsable, cerrar mi ciclo, eso es lo que quiero. Debo mudarme, borrar las marcas que deben ser borradas. Algunas las conservaré, de otras no me podré deshacer aunque quiera.

1 comentario:

  1. Un cambio no sempre es el final, a veces es un nuevo comienzo. Y a veces poner un punto final no es más que cerrar un capítulo para comenzar algo mejor.

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