lunes, 1 de abril de 2013

¡Qué cosa tan hermosa es el amor! Promete penetrar el corazón... nunca queda en deuda. Despacio y en silencio penetra la piel; la marca, queda roja, a veces morada. Dicen que en el amor el umbral del dolor aumenta y es cierto, muy cierto. Pronto ya no es sólo piel enrojecida, los músculos se abren, la sangre brota. Es amor, sólo amor. En algún momento comienza a doler más de lo normal, los músculos ya están abiertos y siguen las visceras; tal como la piel se enrojecen. Pero es amor, sólo amor. Una duda revolotea alrededor, ¿sigue siendo amor? Por supuesto, el amor lo resiste todo: es amor.
De las visceras brota sangre también... cuando todo deja de funcionar y la muerte acecha ya es una verdad absoluta e irrefutable: es amor.

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